Desde que tengo razón de ser, y comprender, me he dado cuenta de que la publicidad está plagada de obras de arte. Pinturas (mayor grado de apariciones televisivas), esculturas, textos y otras muchas conforman los largos “cortos” mientras estás tranquilamente mirando cualquier evento televisivo.
Hace un tiempo vi anunciar al nuevo VW Polo Bluemotion el cual era respaldado por una ilustración hecha por un joven ruso con las mismas características que observamos en las obras surrealistas del autor como es “El gran masturbador”.
En la obra realizada para la campaña vemos entre otras cosas un camión cisterna deformándose dando lugar a la "desaparición" de el consumo de gasolina del nuevo coche.
No sólo éste, si no todos los elementos que vemos están relacionados con el uso de la gasolina, invitando a pensar que el nuevo Volkswagen tiene un consumo de gasolina muy bajo.
El paisaje desértico, las formas extrañas y los elementos incoherentes aparentemente se ven claramente reflejados en la ilustración del chico ruso.
Ahora me pregunto: esta bien utilizar obras o referencias de obras de este calibre para satisfacer las raras y exageradas peticiones de las grandes empresas de marketing?
Si se levanta que nos lo comente, porque los contemporáneos como nosotros hemos perdido el norte.
SacDeCuc
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