Ecce Homo (“he aquí el hombre”) es el nombre de la obra
del siglo XIX del pintor Elías García Martínez. Don Elías no se podía imaginar lo q sucedería un siglo después
de pintar este oleo sobre muro en la iglesia del Santuario de Misericordia
en el municipio de Borja. El Ecce Homo deteriorado por la humedad y el paso del
tiempo, cayó en las manos de la anciana Cecilia Giménez que decidió restaurarlo
por su cuenta.
Aunque se trata de una obra sin gran importancia y descatalogada,
el pueblo lamenta el destrozo de ella. Este verano la fallida restauración del Ecce
Homo se convirtió en un fenómeno mediático mundial, se han creado plataformas, parodias, grupos en Facebook, camisetas,
postres con su imagen, aplicaciones
para Smartphone …
Pienso que la única
persona que se preocupó por el cuadro fue ella, con buena fe lo intento
arreglar, pero se le fue de las manos y literalmente la cagó. Nadie le puso
impedimentos, más que nada porque nadie mostró interés por esa obra, esta claro
que no es una obra de gran valor artístico, pero esta anécdota refleja la mala gestión a
nivel nacional de la conservación del patrimonio artístico.
Esta gran chapuza a convertido al Ecce Homo en un icono pop, lanzado
al estrellato por Cecilia Giménez, la cual ha pasado a la historia y el pobre
Elías, profesor de la Escuela de Arte de Zaragoza, no. Los más ingenuos dicen que se trata de arte contemporáneo, de un cristo con una imagen diferente y que ahora les trasmite afecto. ¿Nos
estaríamos riendo de la misma manera si esto le hubiera ocurrido a otra obra de
mayor valor?
Es triste saber que una obra con un siglo de historia ha sido
burlada, que el pueblo le agradezca lo que ha hecho a la señora, que la quieran
nombrar hija predilecta, que
ahora quiera sacar dinero por ello… pero aún es más triste, que el arte
español se reconozca internacionalmente en la actualidad por este ESPERPENTO.